2019: Año Internacional de las lengua indígenas del mundo.
Wis anmar iddogwelo, igi anmarga Anai, Orande sogmodibe anmar dulegayasig.
“Es indiscutible que el mejor medio para enseñar a un niño es su lengua materna. Psicológicamente, su lengua materna es un sistema de signos coherentes que en la mente del niño funcionan automáticamente para comprender y expresarse. Sociológicamente, es el medio de identificación entre los miembros de la comunidad a la que pertenece. Pedagógicamente, aprende más rápido que mediante el uso de un medio lingüístico que no le es familiar”. (UNESCO, 1953, p. 11)
La lengua materna es la primera lengua que se adquiere desde la infancia. Es el conducto por donde el niño recibe los primeros conocimientos y saberes que el medio le ofrece. Las primeras emociones, juegos, pensamientos, alegrías y tristezas cobran mayor sentido cuando el niño expresa con su propio gesto y lenguaje.
Por eso, los sistemas educativos modernos, preocupados por el mejoramiento de la calidad de la enseñanza, consideran la lengua materna como eje fundamental del currículum escolar. Además, los conocimientos y saberes que traen los niños (as) desde su infancia son recursos valiosos que facilitan la construcción de aprendizajes significativos. La escuela debe potenciar y darles continuidad a estas experiencias acumuladas, y no cercenarlas, como se viene practicando en nuestras comunidades indígenas.
Una educación que parte de las vivencias y experiencias de los niños(as), utilizando su propio lenguaje, tiene mayor probabilidad de lograr el éxito, que la que inicia en lengua ajena y fuera de su contexto. La lengua materna también proporciona la base para el dominio de otros idiomas. El aprendizaje de otros idiomas se produce a través de la lengua materna.
Un sin número de estudios señalan que las habilidades aprendidas por los jóvenes en su lengua materna -incluyendo una lectura adecuada, el análisis de textos, la capacidad de ubicar palabras desconocidas en un contexto- también se aplican en el aprendizaje no solo de las lenguas sino también incrementa el rendimiento académico.
Dichos estudios también demuestran que la educación en la lengua materna contribuye de una manera significativa al desarrollo cognitivo en un sentido más amplio. El seguimiento de la educación en lengua materna es una poderosa manera de dar a los niños la sensación de que tienen un hogar y de que pertenecen a una cultura.
Por eso, en la actualidad, la mayoría de los sistemas educativos preocupados por el mejoramiento de la calidad de la enseñanza que se imparte en las escuelas, coinciden en promover el reconocimiento de las particulares características personales, sociales y culturales de los alumnos. Una de las consecuencias de dicha preocupación es la de considerar la lengua materna de los niños como base fundamental del currículo escolar para que sus aprendizajes sean de calidad.
MATEMÁTICA GUNA 